Vecinos del barrio Santa Rosa del Mar protestaron en una plaza y pidieron que los autores del homicidio del joven que intentó defender a un amigo de un robo reciban una condena ejemplar.
Un grupo de vecinos del barrio Santa Rosa del Mar quemó gomas en reclamo de justicia por el crimen de Lucas Miracco, el joven de 17 años que fue asesinado mientras perseguía a cinco ladrones que le habían robado la motocicleta a un amigo suyo.
Los habitantes de la zona donde residía la víctima se reunieron este lunes a la tarde en una plaza ubicada en la calle 54, entre 433 y 433 bis, y reclamaron que los autores del crimen reciban una condena ejemplar. Vale recordar que por el hecho fueron aprehendidos el fin de semana pasado dos adolescentes de 16 y 17 años.
Según explicó una participante de la protesta a la prensa, la manifestación se realizó en la zona donde también viven familiares de los sospechosos, por lo que en determinado momento se registraron cruces de insultos y hubo tensión en el barrio.
“Cinco pibes mataron a Lucas a balazos y hoy la gente se juntó acá pidiendo justicia. A cambio de eso recibieron insultos y amenazas de que los van a matar… Y todo el barrio lo que quiere es que se vayan, porque aparte de ser asesinos venden droga, y la gente les tiene miedo y no quieren vivir más junto a estas personas”, señaló la mujer en referencia a los dos acusados y a sus propios allegados.
El ataque a balazos contra Lucas Miracco se produjo en horas de la madrugada del lunes 7 de octubre en el cruce de Cerrito y la calle 47, cuando cinco delincuentes asaltaron a un amigo suyo y él los persiguió luego de que le robaran una motocicleta.
Miracco fue internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde permaneció hasta el viernes, cuando finalmente falleció producto de las graves lesiones que había sufrido.
Luego de que los sospechosos fueran identificados y se supiera que se trataba de menores, el fiscal Fernando Castro derivó la causa al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil y la tomó su par, Marcelo Yáñez Urrutia.
En la investigación, el fiscal Yáñez Urrutia confirmó la identificación de cinco jóvenes que habrían participado de diferente manera en el asesinato de Lucas Miracco. Con la prueba recolectada, solicitó a la Justicia de Garantías las respectivas órdenes de detención.
De esta manera, fueron aprehendidos los dos adolescentes de 16 y 17 años, mientras que el resto de los sospechosos todavía están prófugos.
Al morir Miracco, el fiscal imputó a los detenidos por “homicidio criminis causa”, ya que entendió que el crimen ocurrió para ocultar otro delito -el robo de la motocicleta- y porque, además, los sospechosos conocían a la víctima.
Los acusados quedaron alojados en el Centro de Recepción de Menores de Batán.